Posts Tagged "cuentos con moraleja"

La princesa de las mariposas – Decir adiós a un ser querido

La princesa de las mariposas – Decir adiós a un ser querido

Con independencia de nuestras creencias religiosas, es difícil enfrentarnos a la muerte de un ser querido.

Por mayores y maduros que seamos, e incluso aunque la noticia no nos pille por sorpresa, siempre es doloroso asumir que no volveremos a ver a esa persona.

Para los niños en esta realidad se aúnan la crudeza del dolor de la primera pérdida, con el sentimiento de descubrir la impotencia de sus mayores ante ese suceso y el miedo a la propia muerte.

El cuento “La princesa de las mariposas” y esta reflexión son la respuesta a la petición de una profesora, Marta, que trata de ayudar a un alumno a superar el fallecimiento de un familiar.

Hace un par de años leí “Enséñame a decir adiós”, de Aída de Vicente (Editado por Gesfomedia); un magnífico trabajo que recomiendo a aquellos que estén pasando por el duro trance de ayudar a sus niños a superar una muerte. Es algo difícil de encontrar pero lo podéis encargar, como he hecho yo, en la Casa del Libro o en cualquier librería. Os digo esto porque hace un tiempo regalé el mío a una persona que lo necesitaba y para escribir este post tuve que comprarlo de nuevo.

He contactado con la autora para pedir su visto bueno a este breve resumen.

 

 

     Gracias, Aída, por tu supervisión y ayuda.

¿Cómo podemos ayudar a un niño cuando ha perdido a un ser querido?

Debe comunicarle la noticia la persona más próxima al niño y lo antes posible. Es importante elegir un sitio tranquilo y privado.

Hemos de tener presente que tan importante es lo que vamos a decir como nuestra actitud, nuestro tono, gestos y expresión. Si nuestras emociones afloran no debemos tratar de evitarlas. Hablarle sobre lo que sentimos le permitirá expresarse libremente también.

-          Con sinceridad: Es aconsejable dar la noticia explicándole de forma sencilla que la persona no ha sufrido (si la información es demasiado impactante, se puede fraccionar y primero decirle que ha sufrido un accidente, por ejemplo, para darle un poco de tiempo a entender la gravedad de los hechos). Aunque es conveniente no demorar mucho la verdad. No debemos tener miedo de hablar del tema de la muerte con los niños, no debemos dejarles “fuera” del proceso de duelo, por un afán de “sobreprotección”.

-          Es importante trasmitir con precisión que en las enfermedades, si ha sido esa la causa, hay muchos grados y que la persona fallecida estaba muy, muy, muy enferma para no asociar enfermedad y muerte y evitar paralelismos erróneos que produzcan en el niño sufrimientos futuros.

-          Hemos de permitir que exprese sus emociones sin juzgar sus actos. Ante una noticia de esa envergadura cualquier reacción es posible: enfado, tristeza, desesperación… Han de entender que llorar no es malo y dejar un resquicio de esperanza asegurándoles que, tras el lógico periodo de tristeza y duelo, recordaremos las cosas bonitas que compartimos con esa persona y que, aunque siempre la recordaremos, llegará el día en que volveremos a estar felices.

-          Animadle a hacer preguntas. Sólo así podréis despejar sus dudas o  mitigar sus  preocupaciones sobre la muerte. Es fundamental escucharle y dedicarle tiempo a diario.

-          Observad sus reacciones emocionales y tratad de ayudarle a identificarlas.

-          Explicadle en qué consisten los rituales de despedida. Se debe permitir que participe en ellos si así lo desea.

A partir de la pérdida, debemos apuntalar un ambiente familiar positivo en el que podamos alimentar su seguridad y autoestima, con constantes muestras de afecto (por supuesto sin perder de vista la disciplina en sus tareas, sus horarios, etc.) y animarle a participar en  actividades gratificantes.

“Los niños y adolescentes, al igual que los adultos, pueden aprender de la muerte y del dolor, y pueden desarrollar estrategias eficaces para enfrentarse a sus miedos y preocupaciones, a su ira o a su soledad, y de esta manera salir fortalecidos de su experiencia de duelo” (Aída de Vicente Colomina)

Aída de Vicente Colomina es Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Especializada en intervención psicológica en catástrofes y emergencias, ha trabajado como supervisora del  Centro de Coordinación Nacional de Emergencias de Cruz Roja y forma parte de los  equipos psicosociales de respuesta Inmediata. Con amplia experiencia como docente y formadora, imparte cursos sobre intervención psicológica en emergencias y situaciones de crisis para diferentes organizaciones y trabaja en el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos.

 

Esta “Moraleja para adultos” es una reflexión sobre educación asociada a un cuento.

En “Cuentos para niños” podemos encontrar el texto sobre el que trabajar con nuestros hijos para estimular su aprendizaje de inteligencia emocional Pincha aquí.

En “Reflexionamos juntos” unas preguntas, relativas al cuento, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia: Pincha aquí  

Leer mas

El aprendiz de mago – Esfuerzo y éxito

El aprendiz de mago – Esfuerzo y éxito

Es importante analizar qué concepto de éxito trasmitimos a nuestros hijos. Cada uno de nosotros tiene una idea, más o menos definida, del significado que tiene la palabra triunfo: seguridad económica, reconocimiento social, alcanzar la fama, la realización en el mundo profesional, ser buena persona, conseguir un ideal o ser coherente con la propia concepción del mundo… Pero no podemos perder de vista que los niños no son adultos en miniatura, no tienen nuestros mismos intereses y expectativas, y pueden valorar sus ilusiones y capacidades también de una forma muy diferente a la nuestra. En primer lugar, porque no tenemos la misma percepción del tiempo. Sus metas suelen centrarse sobre logros a corto plazo. La semana que viene les parece tan lejana como a nosotros el próximo año. Sus recompensas, por tanto, deben estar muy cerca, temporalmente hablando, de sus objetivos. Es muy raro que un niño quiera estudiar mucho para llegar a ser un buen profesional, tener una posición desahogada o conseguir un Nobel. Sin embargo su experiencia sobre lo que es “el éxito” y cómo se consigue se fragua en la infancia y marcará su desarrollo tanto personal como académico.

Generalmente, los niños que cumplen con sus obligaciones, y ese hecho se les reconoce  a menudo, suelen desarrollar la capacidad de enfrentarse con tenacidad con las dificultades y suelen ver cumplidos sus objetivos.

 ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos?

 1.- Animarles a hablar sobre sus sueños o intereses, sin quitarles ilusión ni desmotivarles. Todos los niños pasan épocas  en las que desean ser, por ejemplo, astronautas, bomberos, actores o trapecistas. Cualquier sueño por absurdo que sea se debe compartir; utilizando sus inquietudes para incentivar el aprendizaje y construir su autoestima. Que quiere ser astronauta… ¡Pues regalémosle libros sobre el espacio y los planetas! Si esos intereses infantiles, que suelen ser pasajeros, están bien dirigidos pueden enriquecer muchísimo su cultura general.  

 2.- Ante su miedo al fracaso y sus pensamientos negativos, nuestra primera frase debe ser esta pregunta: ¿Quién dice que no eres capaz de conseguirlo? Para inmediatamente asegurarles que casi todo se puede alcanzar con confianza y esfuerzo, y que los límites sólo se conocen cuando se intentan las cosas con todas nuestras fuerzas. Porque las limitaciones dependen en gran medida de los sacrificios que estemos dispuestos a hacer para obtener resultados.

 3.- Ofrecerles posibilidades para el aprendizaje, tantas como estén a nuestra disposición. Cualquiera de nuestras aficiones puede ser una magnífica ocasión: deportes, conciertos, museos… Les excluimos de muchas de nuestras actividades por miedo a que se aburran; pero si actuamos así les cerramos las puertas a mundos que pueden interesarles. El consejo es: experimentemos. Aquella actividad que no guste… no se repetirá; pero, en principio, no desechemos nada por ser nuevo sin probar antes.

 4.-Enseñarles técnicas de decisión con las que valorar adecuadamente las consecuencias de sus actos (positivas y negativas) y cómo resolver los problemas.

  5.- Subrayar la importancia de la constancia y el esfuerzo. Ambas cualidades se educan. Ante las tareas tediosas debemos evitar resaltar su descontento e impaciencia y, cuando veamos que están a punto de tirar la toalla,  seamos pacientes porque usualmente todo lo que necesitan es escuchar un simple y tranquilo (aunque a veces difícil de ofrecer): “Yo te ayudo”.

La diferencia entre un fracaso y un éxito radica en la lectura que seamos capaces de hacer de los hechos. A veces, se aprende más de los primeros que de los segundos… y deben entenderlo así.

Esta “Moraleja para adultos” es una reflexión sobre educación asociada a un cuento. En “Cuentos para niños” podemos encontrar el texto sobre el que trabajar con nuestros hijos para estimular su aprendizaje de inteligencia emocional. Pincha aquí.

En “Reflexionamos juntos” unas preguntas, relativas al cuento, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia: Pincha aquí

Leer mas

El aprendiz de mago – Reflexionamos juntos

El aprendiz de mago – Reflexionamos juntos

Acompañamos todos los cuentos de unas preguntas, relativas al texto, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia:

. ¿Qué te parece lo que hace el aprendiz en nuestro cuento cuando ve que no es capaz de usar el encantamiento?

. ¿Por qué crees que le dice la verdad al mago por la mañana?

. ¿Qué hubieras hecho tú?

. ¿Cuáles son tus sueños? ¿Sabes que te gustaría ser?

. Recuerda alguna meta que hayas conseguido con esfuerzo. ¿Cómo te sentiste al conseguirlo?

 

NOTA: El nombre del mago del cuento está inspirado en el de un personaje de la ópera “Bastian y Bastiana” que Mozart escribió con once años.

 

En “Cuentos para niños” podemos encontrar el texto sobre el que están inspiradas estas preguntas dirigidas a trabajar el desarrollo de la inteligencia emocional Pincha aquí y en “Moralejas para adultos” una reflexión sobre el tema para padres y educadores: Pincha aquí.

Leer mas

La casa del árbol – Emociones

La casa del árbol – Emociones

Cuando hablamos de emociones tendemos a pensar en las emociones positivas. Las experiencias negativas despiertan en nosotros sentimientos de ansiedad, miedo, rechazo… y pensar en ellas nos resulta, por lo general, desagradable.

Queremos que nuestros hijos sean felices. Es muy común que creamos que debemos evitar las frustraciones a los niños. Y, aunque sabemos que es imposible evitar todos los contratiempos, hacemos todo lo que está en nuestra mano para facilitar su camino. 

Pero en la vida no sólo es necesario el negro para saber diferenciar el blanco, sino que el negro y el blanco existen más allá de nuestros deseos y voluntad.

A lo largo de la infancia nuestros hijos deben aprender a soportar y manejar los nervios, la rabia ocasional, el resentimiento, el mal humor… la frustración, hasta controlar sus expresiones; y manejar esas emociones para que no les supongan un problema.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos en esa tarea?

Leer mas