Polvo de diamante
Ha vuelto el frío y eso no me gusta mucho, la verdad. Sin embargo, la vida nos ofrece preciosos espectáculos que no siempre tenemos la suerte de detenernos a admirar.
Esta tarde el sol de primavera que conseguía burlar las nubes iluminaba las gotas de lluvia sobre el musgo de las piedras de mi casa y las hacía brillar de un modo único tras el cristal.
Esa casualidad me ha recordado que hace meses quise escribir un post sobre el polvo de diamante y nunca lo hice.
Hoy no resisto la tentación de compartir con vosotros un vídeo increíble que encontré en YouTube por casualidad sobre ese fenómeno atmosférico que, por la latitud en la que vivimos, no es probable que podamos disfrutar.
Cuando se dan las condiciones de frío y humedad adecuadas se crean cristales de agua diminutos que brillan como diamantes. Como si el aire se llenase de ínfimos cristales de Swarovsky o espejitos.
Esta nevadas extrañas parecen caer con cielos despejados. En realidad no es agua precipitada sino condensación de humedad.
No me resisto a compartir mi hallazgo.
¡Ojalá disfrutéis de este frío!
meneame