Gracias
No suelo contar cosas personales en el blog pero recuerdo el refrán “Es de bien nacido ser agradecido”… y no puedo dejar pasar la oportunidad de agradecer el trabajo y profesionalidad de los médicos, enfermeras, asistentes técnicos sanitarios y celadores que me han atendido en la Clínica Ruber de Juan Bravo.
No os voy a contar qué me obligó a ingresar, ni de qué me han operado y me han curado…, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de agradecer su trabajo, no solo a mis médicos los doctores Martín Osés y Córdoba, que han logrado el “más difícil todavía” y que son los que han concretado el milagro…, también a todos y cada uno de los profesionales que han cuidado de mí durante este tiempo de ingreso. Han sido el mejor equipo; todos, sin una sola excepción. Recuerdo el apoyo que recibí en Radiología de la Doctora Marina de la Fuente; la suerte de contar con las manos mágicas de los anestesistas que me han atendido, la doctora Ataz y el doctor Martínez; Y, aunque no los recuerdo porque nadie recuerda el trabajo del personal de quirófano (por motivos obvios), quiero dar las gracias también a Lola, Isabel y William, que me atendieron durante casi ocho horas. Me siento en deuda con los profesionales de la UVI dirigidos por el doctor Villaseñor…
Recuerdo el nombre de todas las enfermeras y ATS de la cuarta planta que me han tratado, acompañado e incluso sostenido en los momentos malos. Sus sonrisas y frases de ánimo sin duda han acelerado mi recuperación.
En uno de los peores momentos de mi vida me he sentido tan arropada y mimada que no me quedaba otra… ¡que curarme!
¡Muchas gracias!! Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias….
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