La tacita del príncipe Juan

La tacita del príncipe Juan

Cuenta la leyenda que había un rey completamente obsesionado con el arte y la belleza. Encargaba que le trajeran de todos los rincones del globo las piezas más extraordinarias. Con el tiempo, su colección se convirtió en una de las maravillas del mundo.

De entre todas los objetos que atesoraba, su favorito era un cuenco de porcelana en el que bebía siempre. Lo había cocido un artesano de China que había dedicado la vida entera a descubrir el secreto de los esmaltes.

La pieza era fina y suave como la seda, los colores que adornaban su filo eran brillantes como un día de sol y tenía unos adornos de oro que hacían las veces de asas. El rey cuidaba aquel objeto como su mayor tesoro.

Cuando nació el príncipe Juan el rey decidió que, en cuanto su hijo dejase de mamar, el pequeño sólo comería y bebería en ese recipiente. Y el día en que el pequeño cumplió su primer año, el rey se dispuso a disfrutar del espectáculo de verle comer en su cuenco por primera vez.

Estaba casi acabando la comida cuando, en un descuido, el pequeño le dio un manotazo al cuenco que estalló contra el suelo. Se había roto en unos cuantos pedazos. El pequeño no se asustó, pero el rey no podía controlar su disgusto y se puso a chillar desaforadamente. El príncipe, que no entendía nada, se reía a carcajadas mientras su padre mandaba recoger con cuidado todas las piezas y buscar al hombre que lo había fabricado para que lo arreglase.

Taza MDT-www.milesdetextos.com

El día que sus emisarios regresaron del largo viaje y el rey sacó el cuenco de su estuche, su decepción fue enorme. El artesano había pegado los trozos de porcelana con una resina mezclada con oro. Se veía perfectamente por dónde se había roto.

 

Aquellas venas doradas que lo recorrían le iban a recordar siempre el día en que el príncipe Juan lo rompió.

El rey mandó que fueran de nuevo en busca del ceramista. Necesitaba que le explicase por qué había hecho aquello en vez de arreglar la porcelana hasta conseguir que no quedase ninguna huella del desperfecto, como le había encargado.

Al volver, sus emisarios traían el cuenco exactamente igual, con aquella reparación dorada, y una carta para el rey:

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“Majestad –Empezaba la misiva–, lamento profundamente que no haya sabido valorar la belleza del Kintsugui, que es como se llama el arte de la reparación que conserva la magia de la rotura. En la vida, hasta las cosas que suceden y no nos gustan, se pueden utilizar para mejorar. Todo tiene su propia belleza. Un objeto sólo se puede romper del mismo modo una sola vez. Esa rotura es un momento irrepetible. Como también es único el hecho de ver comer a un hijo por primera vez o el instante en que da sus primeros pasos. Debería valorar la rotura de la taza y mi reparación como una fortuna. Fabriqué diez tacitas exactamente iguales a la suya, que están repartidas por el mundo.

Todas están en manos de los hombres más poderosos del planeta y son obras de arte. Pero la suya, Majestad, es la única en la que ha comido el príncipe Juan. Y, ahora, ese pequeño objeto no podría confundirse con ningún otro. Es distinto a cualquiera que yo pueda fabricar. Espero que aprenda a valorarlo”.

El rey comprendió las palabras del artesano y por primera vez miró la taza con otros ojos.

Seguía siendo muy bonita, tal vez más, con esos brillos de oro.

Ahora sí que era la tacita del príncipe Juan, ¡y era un objeto único!

 

Como lectura asociada, encontraremos en “Moraleja para adultos” una reflexión sobre inteligencia emocional, relacionada con este cuento, para analizar cómo podemos ayudar a los niños con este cuento.

En “Reflexionamos juntos” unas preguntas, relativas al texto, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia.

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LA CUENTACUENTOS

LA CUENTACUENTOS

Marcela se levantó temprano confiando en que iba a hacer un día precioso, soleado y luminoso. Sin embargo, el sol se había levantado perezoso. No quería destaparse de las nubes y hacía un poco de frío. Aún así, animosa, Marcela eligió su camisa blanca, su falda verde, su gorro rosa fucsia y su pañuelo de flores. Era el atuendo que más le gustaba para trabajar en la calle. Las mangas de la camisa le permitían libertad de movimientos y el chaleco le abrigaba bastante.

Cuando llegó a la plaza en donde solía trabajar, la encontró desierta.

Contrariada, abrió su maleta, preparó sus títeres y se dispuso a esperar hasta que llegasen los niños.

Marcela era cuentacuentos. En su maleta vivían la Princesa Azul y el Bello Durmiente, el Mago Milindrín, la Bruja Piruja, el Patito Precioso y otros animales; muchos muñecos que deseaban ser los elegidos cada mañana y salir del baúl para crear, de la mano de su dueña, la magia de los cuentos.

Con sus personajes, Marcela daba vida a cientos de historias distintas y entretenía a los niños.  Sabía cuentos para bebés e historias para niños grandes. Los distraía a todos, aunque ya hubiesen cumplido noventa años o más.

Pero aquella fría mañana la plaza estaba vacía.

No había nadie.

Esperó.

Nada.

Silencio y soledad.

Cuando ya iba a marcharse, vio acercarse a una niña.

-          ¿Me puedo sentar a ver lo que haces? – preguntó.

Y Marcela, que ya había decidido irse, sacó de nuevo los títeres y empezó a contarle el cuento de amor entre la Princesa Azul y el Príncipe Durmiente.

Cuenta cuentos... www.milesdetextos.com

 

No tenía muchas ganas pero, al ver la cara de ilusión con que la niña escuchaba su historia, se fue animando. Cuando, en el cuento que iba narrando, la Bruja Piruja  lanzó un encantamiento al Bello para acabar con el amor de la Princesa, la niña dio un grito.

-          No te asustes. – pidió la cuentacuentos – El Mago Milindrín los salvará y el amor terminará triunfando.

Y así, poco a poco, la cuentacuentos también se fue metiendo en la historia.

Sin darse cuenta habían entrado por la puerta de la imaginación y habían visitado el castillo de la Princesa, el nicho donde dormía el príncipe y el bosque donde la princesa Azul  sacó de su letargo al Bello Durmiente con un beso.

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Cuando el cuento acabó, las dos volvían de un paseo por la fantasía tan emocionante que se sentían cansadas.

La cuentacuentos, por costumbre, tiró su gorra al suelo.

Solía hacerlo así para que la gente que escuchaba sus historias, agradecida por el rato que acababa de pasar, le pagase su trabajo.

La niña se quedó mirando la gorra.

-          No tengo dinero – reconoció – Quería verte actuar porque, de mayor… quiero ser cuentacuentos. ¡Una cuentacuentos tan buena como tú!

Y Marcela recordó los muñecos que preparaba de pequeña, cómo entretenía a sus hermanas con sus primeras historias y lo que le había costado que en su casa comprendieran que ser una cuentacuentos era lo que más deseaba en el mundo.

-          Perdona, es la costumbre – se avergonzó –  ¡Tú no necesitas pagar nada! ¡Serás la mejor cuentacuentos! Me has hecho un regalo: decirme que querrías ser como yo y devolverme la ilusión por trabajar, que esta mañana la había perdido. ¿Tienes frío?

-          Un poco – reconoció la pequeña.

-          Ven, busquemos a tus padres – contestó señalando la cafetería que estaba enfrente – Te invito a tomar un chocolate bien caliente.

Desde ese día, la niña iba a ver a Marcela siempre que podía y la cuentacuentos pudo comprobar que, cuando la niña estaba en la plaza, nunca hacía frío.

Como lectura asociada, encontraremos en “Moraleja para papás” una reflexión sobre inteligencia emocional, relacionada con este cuento, para analizar cómo podemos estimular en los niños esta capacidad.

En “Reflexionemos juntos unas preguntas, relativas al texto, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia

 

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ME VOY AL COLE DE MAYORES

ME VOY AL COLE DE MAYORES

Qué mes más bonito y más complicado es el mes de junio.  Las fiestas de los coles y la entrega de notas… se juntan con los festivales y conciertos de las actividades extraescolares.

Para nosotrotr@s es un mes de mucho trabajo. Desde nuestro proyecto de HUELLAS DEL COLE estamos entregando ahora los Cuentos personalizados que hemos elaborado a la medida de cada clase, para recordar el curso, a los profes, los compañeros y todo lo aprendido. Es un mes en el que se cierran muchos ciclos.

LOGO huellas del cole

Los niños de tercero, en el primer ciclo de infantil, se gradúan para pasar al “Cole de mayores”. Y este cambio a veces preocupa a los papás que no saben si su peque se adaptará igual de bien en un Centro más grande, con más niños, nuevos profesores…

Para estos casos, desde Milesdetextos os recomendamos nuestro cuento “ME VOY AL COLE DE MAYORES”, que hemos elaborado junto con Las Escuelas Infantiles Projardin. Con el texto del cuento podemos ayudarles a prepararse para ese cambio.Me voy al cole de mayoresEn las últimas hojas, como en todos nuestros cuentos de la colección “SOY ASÍ DE GRANDE”, encontraréis unas pautas con una orientación para las familias para que podáis facilitar su adaptación al nuevo centro escolar.

Podéis adquirir un ejemplar desde nuestra tienda online pinchando AQUÍ

Esperamos que os sea de gran ayuda y nos encantará que podáis compartir con nosotros vuestra experiencia en la adaptación al cole de vuestros hijos.

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SIN PAÑAL, ESTOY GENIAL!!

SIN PAÑAL, ESTOY GENIAL!!

Creemos que es el momento y que nuestro bebé está preparado. Se acerca una época de calor. Sin duda… ¡es el momento perfecto para comenzar a retirar el pañal!

Llevar a cabo este proceso de manera correcta requiere tiempo y constancia.

Cada niño tiene su ritmo, debemos respetarlo mientras les animamos a alcanzar este nuevo paso en su autonomía e independencia.

Es fundamental que no les reprendamos, ni castiguemos, si se produce algún escape.

 

Desde Miles de Textos, junto con el equipo de Psicólogas de las Escuelas Infantiles Projardin, hemos diseñado un Cuento: SIN PAÑAL… ¡ESTOY GENIAL! (de nuestra Colección “Soy así de grande”), para ayudar a los padres a la hora de afrontar esta nueva etapa de desarrollo.

portadanormal con medallas plateadas

Lo podéis adquirir y podemos además personalizarlo para vosotros, escribiéndonos un mail a comunicacion@milesdetextos.com … o directamente en cualquiera de las Escuelas Projardin.

imagen enlace tienda

Este título, como todos los de la colección, está especialmente diseñado para ayudar a los niños a reconocer las situaciones que van a vivir y a valorar el proceso como uno más de sus aprendizajes.

Al final del cuento encontraréis unas pautas sobre el control de esfínteres para que os sea más sencillo saber cómo ayudarles en el proceso. Además, un refuerzo (medalla) para premiar los logros delos niños cuando hacen pis o caca en su orinal.

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Estamos seguros de que, con la ayuda de este Cuento, conseguiréis que vuestros niños aprendan rápidamente a prescindir del pañal.

Os esperamos en el siguiente escalón del pódium de su aprendizaje… ¡con Miles de Cuentos!!

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¡CÓMO COMO! De todo y sin ayuda

¡CÓMO COMO! De todo y sin ayuda

Enseñar a los niños a comer no siempre resulta fácil. Pero inculcarles desde pequeños ciertos hábitos de alimentación saludable, autonomía y, al mismo tiempo, conseguir que disfruten comiendo es posible.

Ideas tan básicas como acostumbrarles a un horario fijo, mantener un ambiente tranquilo y agradable a la hora de comer, presentarles los alimentos de manera atractiva… 

http://www.pinterest.com/milesdetextos/comida-divertida-y-creativa/  

e incluso dejar que experimenten ellos solos con la comida nos ayudarán a conseguir nuestros objetivos.

En Miles de Textos hemos diseñado un Cuento, que forma parte de la Colección “Soy así de grande”,  para afrontar todas estas situaciones.

Lo podéis adquirir pinchando en la imagen de nuestro carrito…

Miles de textos.shop

 

Este título, como todos los de la colección, incluye unas pautas para ayudar a los padres en la tarea de educar y un imán para la nevera con que premiar sus logros.

Se trata de incentivarles para superar las dificultades que puedan surgir y afianzar el concepto “Soy mayor”.  Animadles a medirse sobre la nevera, que comprueben lo altos que se están poniendo con lo bien que comen.

Colección Soy así de grande

Debemos tener paciencia y ser constantes. Fijarnos la meta que queremos alcanzar y caminar hacia ella reforzando sus logros y su autonomía. Recordad que los niños tienden a imitar todo lo que ven:

Una tarde, en la merienda, “abrasaba” a mi hijo pequeño con todas las razones por las que era importante que se comiese la fruta. Le hablaba de vitaminas, de salud…  Me escuchaba en silencio. Pensé que no me estaba entendiendo.

De pronto se levantó y me lo puso delante:

-  Toma, mamá. Tú no comes fruta y tú “tabajas” mucho. Te pondrás muy fuerte…

Y repitió lo que yo acababa de decirle.

Ni que decir tiene que nos comimos juntos aquel plato de fruta… y que empecé a comer fruta delante de mis hijos.

Nos encantaría que nos contarais vuestras experiencias. Tenemos hambre… ¡de comentarios!

Os dejamos un descargable para que lo podáis imprimir y se entretengan coloreando: como de todo a linea

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YA NO USO CHUPETE

YA NO USO CHUPETE

 

Prescindir del chupete puede resultar complicado, tanto para los niños… como para sus papás.

A los pequeños no les suele resultar fácil. Tenemos que comprender que les han acompañado toda su vida y sienten un especial apego hacia sus chupetes.

Es importante que nos mantengamos firmes en las decisiones que adoptamos sobre educación y, por tanto, lo primero que debemos tener en cuenta  antes de llevar a cabo cualquier cambio relacionado con los niños es tomarnos un tiempo para reflexionar. Los niños necesitan seguridad.

Elegid el momento adecuado para llevar a cabo el cambio y apoyaros en este cuento que hemos preparado, con el Equipo de Psicólogas de las Escuelas Infantiles Projardin, para afrontar este nuevo paso con vuestros hijos.

Ya no uso chupete

El cuento YA NO USO CHUPETE, de la Colección SOY ASÍ DE GRANDE, muestra el proceso para lograr la retirada del chupete, de principio a fin, de modo que los niños puedan entender bien los distintos pasos, e integrarlos de una forma sencilla; e incluye unas pautas de ayuda para padres y educadores que les sirvan de guía a la hora de dirigir dicho proceso:

¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo?

¿Cuáles son las mejores condiciones para quitarles el chupete?

¿Cuál es el procedimiento?

¿Cómo debemos hacer la “despedida”?

Nuestros protagonistas descubren cuánto les gusta hablar y reír…

Y que, como ya son mayores… ¡están mucho mejor sin chupete!

Ya no uso chupete, Colección Soy así de grande

Un título indispensable para ayudarles a prescindir del chupete

Podéis conseguir este Cuento, junto con los títulos de la colección, en las Escuelas Infantiles Projardin y también, a través de nuestra tienda online

 Colección Soy así de grande tender

SIN PAÑAL… ¡ESTOY GENIAL!

¡CÓMO COMO! De todo y sin ayuda

ME VOY AL COLE DE MAYORES

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