Adultos de referencia
Llamamos “adultos de referencia” a aquellas personas de nuestra confianza que conocen a nuestros hijos y los quieren de un modo especial.
Estas figuras afectivas nos pueden ayudar mucho a la hora de educar y dirigir a nuestros hijos.
Compartir la responsabilidad a la hora de guiarles, o contar con otros puntos de vista y con buenos consejos, nos libera de la pesada carga de las preocupaciones que acarrea la responsabilidad de educar. Pero este tipo de relaciones de confianza no sólo son buenas para nosotr@s, sino que pueden ser muy beneficiosas, e incluso necesarias, para los niñ@s.
Todos tenemos amigos o familiares a los que nuestros hij@s quieren o admiran de una forma especial y es una buena idea ayudarles a crear con ellos una relación sólida para que descubran que pueden confiar en otros adultos, que hay otras personas a las que siempre pueden acudir. Y esos adultos se convierten en “padrinos” o “madrinas” en un sentido no religioso ;o) sino casi de cuento “had@s madrin@s”… o padrin@s”
Nosotros tendremos la tranquilidad de que nadie les va a acompañar, escuchar o dirigir con más cariño. Y esa amistad que “forjan” con nuestros hijos cuando son pequeños, aunque no se establece en términos de igualdad, les permitirá hablar y buscar consejo de alguien responsable, cuando llegue la adolescencia, si en algún momento necesitan ayuda u orientación y no se atrevan a recurrir a nosotros. Esos adultos podrán charlar con ellos y llevarles a dar un paseo, o a comer, y ayudarles con su compañía y apoyo.
Esta “Moraleja para adultos” es una reflexión sobre educación asociada a un cuento. En este enlace: “Cuentos para niños” podemos encontrar el texto sobre el que trabajar con nuestros hijos para estimular su aprendizaje de inteligencia emocional.
En este enlace: “Reflexionamos juntos” encontraremos unas preguntas, relativas al cuento, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia.
meneame
Aparte de la diversas “moralejas” proveniente de adultos como persona de referencia que comentas en el texto, también la propia moraleja en su mas estricta acepción de la palabra que encontramos en los cuentos fábulas son fundamentales para amueblar la cabeza de los niños y adolescentes