Posts made in noviembre, 2016

Cómo preparar a un niño para un examen: La imaginación al servicio de la memoria

Cómo preparar a un niño para un examen: La imaginación al servicio de la memoria

Cuando mis amigas se quejan de que sus hijos tienen problemas con las notas, suelo ofrecerme para echarles un cable (exceptuando si se trata de matemáticas, que se me atragantaron toda la vida).

Si un niño empieza a tener problemas con alguna asignatura conviene probar un cambio completo en la forma de estudiar, de enfrentarse con esa materia.

 

“Ser previsores” no está entre las cualidades de niños y adolescentes. Y los padres estamos tan liados que solemos darnos cuenta de sus “dificultades”  el día antes de un examen (porque les vemos muy agobiados), o el día después de recoger las notas (porque, entonces, nosotros también estamos muy agobiados ;-) ). Y estos son dos momentos en que es difícil acercarse a las asignaturas un poco “hueso” con tranquilidad y con sentido del humor, dos herramientas de éxito.

8066863117_61b1ccbd93_z

Lo primero que pido antes de echar una mano a un estudiante es que sean ellos quienes soliciten la ayuda y me lo pidan directamente de forma expresa. Es fundamental que recaiga en ellos parte de la responsabilidad de buscar una solución a sus problemas. Y les advierto de que es un esfuerzo para mí que no me reporta ningún beneficio y que tienen que comprometerse a no quejarse, ni tirar la toalla, hasta que su examen esté preparado.

Nunca he necesitado más de una tarde y todos los niños a los que he ayudado han sacado una calificación igual o superior a 8.

El procedimiento es sencillo: Les pido que me cuenten lo que les parece esa asignatura, el profesor, qué piensan de su capacidad, dónde creen que tienen más problemas y qué les gusta. Me da igual que sea un detalle sin importancia, pero trato de terminar ese listado con algo positivo antes de ponerme a leer con ellos los temas que entrarán en el próximo examen.

No pretendo recuperar una asignatura entera. Mi intención es que aprueben con una buena nota. Si abordase una tarea excesivamente complicada, o pretendiese buscar todas sus lagunas, no conseguiría mi objetivo: demostrarles que pueden aprobar si optimizan sus esfuerzos. Una vez acabe esa tarde de estudio deberán enfrentarse nuevamente con la asignatura, pero lo harán desde la perspectiva del ganador y sabiendo que pueden lograrlo.

Me produce especial satisfacción ayudar a niños con dislexia y asomarme a su imaginación. Siempre me sorprenden su capacidades. Cuando están bien dirigidas, y se sienten seguros, sus asociaciones mentales son originales y divertidas.

 4931452034_7f769cb297_z

Tengo mucha suerte: Mis hijos son buenos estudiantes. Pero cuando alguien me ha visto cómo les enseñaba a memorizar se quedaba de una pieza. Utilizo cualquier recurso a mi alcance para ayudarles a recordar los conceptos con facilidad. Estas son algunas ideas que os pueden ayudar:

-          Tras la primera lectura empezamos una más detallada en la que subrayamos y resumimos mientras preparamos un esquema con los conceptos que van dominando gracias a las reglas mnemotécnicas.

-          Les enseño a hacer mapas mentales. Les hago recordar aspectos visuales de los textos, dónde están colocados, bromeo sobre las fotos que aclaran el tema, divido los mapas en cuadrantes… Todo vale para que tengan una imagen mental de aquello que deben recordar.

-          Invento historias que contienen las palabras claves que tienen que fijar. Intento que sean de lo más rocambolescas. Cuanto más rara o con palabras más chocantes, mejor las recordarán. Con frecuencia utilizo palabras o trozos de palabras que deben estudiar en construcciones gramaticales que les sorprenden, e incluso revuelven. Cuanto más relacionadas con su vida y afectos… mejor: nombres de sus amigos, de su perro, el día de su cumpleaños, la edad de su hermano.

-          Sustituyo palabras complejas por otras parecidas y más sencillas, o uso acrónimos (construyo palabras o frases con la primera letra, e incluso la primera sílaba, de cada palabra a memorizar).

-          Las rimas son muy útiles y las canciones también, aunque os reconozco que  no suelo usarlas. Tardo demasiado tiempo en diseñar este tipo de trucos y prefiero tirar de frases rápidas y muy chocantes que los niños me ayudan a construir. Os aseguro que lo pasan pipa diciendo tonterías y aprendiendo a diseñar sus propias estrategias.

-          Para recordar los números suelo usar cumpleaños, edades, número de bollos que me quiero comer… e intento relacionar los números con los afectos. Será porque es lo que yo manejo peor y, a mí, otros sistemas más racionales no me funcionan.

-          Les enseño a trocear la información, y a relacionarla, y establezco asociaciones entre los conceptos.

Mis hijos jamás olvidarán que la capital de Macedonia es Skopje y yo… tampoco.

Macedonia-mapa

“Cuando te ofrezcan fruta… escopge la macedonia” –les dije una vez. Nos reímos mucho y no nos olvidamos ninguno de los tres.

Como disléxica que soy, me encanta constatar que la mejor manera de sacar buenas notas para un examen puntual consiste en… ¡poner la imaginación al servicio de la memoria!

Leer mas

Exposición: Cicatrices, el arte del Kintsugui

Exposición: Cicatrices, el arte del Kintsugui

 

Cuando decidí escribir un cuento sobre el arte del Kintsugui fue porque alguien me había hablado del tema, pero no recordaba ni quien ni por qué había sido. Leyendo las actividades que se van a realizar en Madrid hasta después de Navidad, y las exposiciones que se puede visitar, creo que he encontrado la conversación que inspiró mi cuento:

 

En Madrid y hasta el 15 de enero podremos disfrutar de la exposición “Cicatrices, el arte del Kintsugui” en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid.

Pintura, fotografía, escultura y cerámica, obras de la Colección del Museo Nacional de Artes Decorativas y piezas realizadas por personas con enfermedad mental e inspiradas en su propia trayectoria vital. Como leitmotiv: la resiliencia y el proceso de recuperación de las enfermedades mentales.

Esta imágenes están sacadas del tablero de Pinterest del museo:  enlazado desde la página web del museo  : (Fotografías de Javier Rodríguez Barrera)

Vista generalSegún la nota de prensa del Museo:” Esta exposición forma parte de La Frontera de lo desconocido, un proyecto de integración social que pretende combatir los estereotipos y falsas creencias que tiene la sociedad acerca de la enfermedad mental, visibilizando capacidades y habilidades propias de cada persona, así como el proceso de recuperación y convivencia con la enfermedad”.

El Museo ha iniciado desde hace algunos años a una nueva andadura expositiva… con el  objetivo de convertirse en un museo de todos y para todos, con proyectos que impliquen y den voz a distintos colectivos”.

Vista general

Esta exposición se ha podido realizar, impulsada por el Ministerios de Educación, Cultura y Deporte, gracias a la interesantísima labor del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid  y a la Red de Atención a Personas con Enfermedad Mental de la Consejería de Políticas Sociales y Familia: los usuarios del Centro de Rehabilitación Psicosocial Las Rozas  , la colaboración en el montaje de los usuarios del Centro de Rehabilitación Laboral Aranjuez  y la difusión del Centro de Rehabilitación Laboral Latina  (Todos integrantes de Grupo 5, empresa de gestión de servicios sociales especializados).

 

Esta exposición forma parte de «La Frontera de lo desconocido», un proyecto de integración social que pretende combatir los estereotipos y falsas creencias que tiene la sociedad acerca de la enfermedad mental, visibilizando capacidades y habilidades propias de cada persona, así como el proceso de recuperación y convivencia con la enfermedad.

Aquí podéis leer nuestro cuento: La tacita del príncipe, asociado a una reflexión sobre educación y  resiliencia y unas preguntas para trabajar este texto en las aulas.

Ya nos contáis qué os parece la exposición. Yo pienso visitar el museo en cuanto encuentre un hueco ;-)

 

Leer mas

La tacita del príncipe Juan

La tacita del príncipe Juan

Cuenta la leyenda que había un rey completamente obsesionado con el arte y la belleza. Encargaba que le trajeran de todos los rincones del globo las piezas más extraordinarias. Con el tiempo, su colección se convirtió en una de las maravillas del mundo.

De entre todas los objetos que atesoraba, su favorito era un cuenco de porcelana en el que bebía siempre. Lo había cocido un artesano de China que había dedicado la vida entera a descubrir el secreto de los esmaltes.

La pieza era fina y suave como la seda, los colores que adornaban su filo eran brillantes como un día de sol y tenía unos adornos de oro que hacían las veces de asas. El rey cuidaba aquel objeto como su mayor tesoro.

Cuando nació el príncipe Juan el rey decidió que, en cuanto su hijo dejase de mamar, el pequeño sólo comería y bebería en ese recipiente. Y el día en que el pequeño cumplió su primer año, el rey se dispuso a disfrutar del espectáculo de verle comer en su cuenco por primera vez.

Estaba casi acabando la comida cuando, en un descuido, el pequeño le dio un manotazo al cuenco que estalló contra el suelo. Se había roto en unos cuantos pedazos. El pequeño no se asustó, pero el rey no podía controlar su disgusto y se puso a chillar desaforadamente. El príncipe, que no entendía nada, se reía a carcajadas mientras su padre mandaba recoger con cuidado todas las piezas y buscar al hombre que lo había fabricado para que lo arreglase.

Taza MDT-www.milesdetextos.com

El día que sus emisarios regresaron del largo viaje y el rey sacó el cuenco de su estuche, su decepción fue enorme. El artesano había pegado los trozos de porcelana con una resina mezclada con oro. Se veía perfectamente por dónde se había roto.

 

Aquellas venas doradas que lo recorrían le iban a recordar siempre el día en que el príncipe Juan lo rompió.

El rey mandó que fueran de nuevo en busca del ceramista. Necesitaba que le explicase por qué había hecho aquello en vez de arreglar la porcelana hasta conseguir que no quedase ninguna huella del desperfecto, como le había encargado.

Al volver, sus emisarios traían el cuenco exactamente igual, con aquella reparación dorada, y una carta para el rey:

REY.www.milesdetextos.com

“Majestad –Empezaba la misiva–, lamento profundamente que no haya sabido valorar la belleza del Kintsugui, que es como se llama el arte de la reparación que conserva la magia de la rotura. En la vida, hasta las cosas que suceden y no nos gustan, se pueden utilizar para mejorar. Todo tiene su propia belleza. Un objeto sólo se puede romper del mismo modo una sola vez. Esa rotura es un momento irrepetible. Como también es único el hecho de ver comer a un hijo por primera vez o el instante en que da sus primeros pasos. Debería valorar la rotura de la taza y mi reparación como una fortuna. Fabriqué diez tacitas exactamente iguales a la suya, que están repartidas por el mundo.

Todas están en manos de los hombres más poderosos del planeta y son obras de arte. Pero la suya, Majestad, es la única en la que ha comido el príncipe Juan. Y, ahora, ese pequeño objeto no podría confundirse con ningún otro. Es distinto a cualquiera que yo pueda fabricar. Espero que aprenda a valorarlo”.

El rey comprendió las palabras del artesano y por primera vez miró la taza con otros ojos.

Seguía siendo muy bonita, tal vez más, con esos brillos de oro.

Ahora sí que era la tacita del príncipe Juan, ¡y era un objeto único!

 

Como lectura asociada, encontraremos en “Moraleja para adultos” una reflexión sobre inteligencia emocional, relacionada con este cuento, para analizar cómo podemos ayudar a los niños con este cuento.

En “Reflexionamos juntos” unas preguntas, relativas al texto, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia.

Leer mas

Moralejas para papás – Resilencia

Moralejas para papás – Resilencia

 

El Kintsugui es un arte japonés. Consiste en  arreglar fracturas de la cerámica con un barniz de resina y metales preciosos. Pero el Kitsugui es mucho más que una concepción estética. Es una filosofía que se fundamenta en que la belleza de los objetos reside en su historia; y en que las roturas, y reparaciones, son trasformaciones que le otorgan a las cosas un valor añadido.

Una fractura es, para los artistas del Kintsugui, un momento único, completamente irrepetible, que puede enriquecer el objeto con la belleza del caos.

Para la psicología, la resiliencia consiste en la capacidad de las personas de integrar las cosas negativas que les pasan de modo que se puedan convertir en experiencias enriquecedoras. La palabra proviene de un término de física que define la capacidad de algunos materiales de recuperar su estado inicial tras ser sometidos a una deformación por un esfuerzo y, aunque no se ajusta exactamente a lo que sucede con las piezas de cerámica en el Kintsugui, la filosofía en la que se fundamentan es la misma.

La resiliencia, como todas las características de la personalidad, como todas las capacidades o cualidades de las personas, se puede estimular y fortalecer. Es importante reforzar esa capacidad de los niños. Para ayudarles, debemos apuntalar su autoestima. Se trata de hacerles comprender que son capaces de controlar las situaciones difíciles de una manera adecuada.

Nos ayudará:

  • Afianzar sus lazos afectivos, que los sientan como estables y seguros a todos los niveles, no sólo en las relaciones familiares sino también es sus otros círculos: amigos, colegio, actividades…
  • Hacer que comprendan nuestra escala de valores. Explicarles adecuadamente la importancia de la honestidad y la sinceridad, la justicia y la compasión, la constancia y la tolerancia, la bondad y el amor por el prójimo… así como su responsabilidad para con sus propias necesidades. Los valores representan ideales y aspiraciones y determinan nuestras prioridades. En ocasiones hay valores contrapuestos y nuestro modo de optar por ellos afecta directamente a la valoración que hacemos de cualquier cosa, hasta de nuestros éxitos.
  • Ayudarles a identificar sus sentimientos y animarles a expresarlos con libertad.
  • Enseñarles a valorar el sentido del humor y la capacidad que éste tiene a la hora de mejorar los problemas y las relaciones humanas.
  • Focalizar la atención en el esfuerzo y el trabajo mucho más que en los resultados. Alentar y apoyar, sin adulaciones ni cumplidos, con sinceridad. Enseñarles a ponerse metas razonables y ayudarles para que puedan alcanzarlas.
  • Hacerles conscientes de su valor. En esa seguridad se fundamenta su capacidad para mejorar las cosas. Deben conocer sus destrezas. Todos somos muy buenos en algunos aspectos, todos tenemos nuestras cualidades, y es importante que sepan identificarlas.
  • Facilitarles herramientas para manejar el estrés. Inculcarles la importancia de tomarse un tiempo y no actuar impulsivamente ante los problemas.
  • Crear un marco de seguridad afectiva al que acudir cuando se tuercen las cosas. Las adversidades pueden ayudar a descubrir capacidades desconocidas.
  • Darles la libertad que estén preparados para asumir. Permitir que tomen decisiones y ayudarles a comprender la importancia de responsabilizarse de las consecuencias de los propios actos.
  • Ayudarles a aceptar los cambios. A veces, las situaciones nuevas, y los retos, asustan a los niños; pero podemos enfocarlas como oportunidades de encontrar una nueva felicidad.

No siempre podremos protegerles de las adversidades y los problemas de la vida, pero está en nuestra mano enseñarles a lidiar con ellos del mejor modo posible ;-)

 

Esta “Moraleja para adultos” es una reflexión sobre educación asociada a un cuento. En“Cuentos para niños” podemos encontrar el texto.

En “Reflexionamos juntos” unas preguntas, relativas al cuento, para ayudar a los niños a profundizar en él según su propia experiencia.

Leer mas

La tacita del Príncipe – Reflexionemos juntos

La tacita del Príncipe – Reflexionemos juntos

 

Las preguntas de “Reflexionemos juntos” están destinadas a ayudar a los niños a profundizar en los cuentos según su propia experiencia.

En “Cuentos para niños” podemos encontrar el texto del cuento sobre el que están inspiradas para estimular en nuestros hijos su aprendizaje de inteligencia emocional y en “Moralejas para adultos” una reflexión sobre el tema.

¿Hay alguna  cosa que te guste especialmente y que te daría mucha pena perder?

¿Por qué crees que se disgusta tanto el rey cuando se rompe la taza?

¿Entiendes por qué no le gusta que el artesano la arregle manteniendo las cicatrices de la porcelana rota para pegarla con oro?

¿Qué cosas te han pasado que al principio te parecieron malas y con el tiempo aprendiste a encontrarles un lado bueno?

Leer mas